Contexto
La transformación digital aporta muchas oportunidades a la sociedad, pero también conlleva, entre otros, el aumento del consumo energético por el uso de dispositivos, redes de distribución y centros de datos. Actualmente el Cloud Computing (los servicios en la nube) representa más de un 1% del consumo energético mundial y crece a un ritmo del 7% anual. El consumo anual del Estado español es de 264,4TWh (Red Eléctrica de España, 2019).
Ante la emergencia climática, es necesario medir y reducir la huella ambiental de las empresas del sector tecnológico, tanto del ámbito público como privado, logrando que sus productos, servicios y/o infraestructura sean carbon-neutral. Tecnologías innovadoras pueden ayudar a mejorar y optimizar el consumo energético y así, reducir su impacto medioambiental.
The solution
Equipo de la UOC
Xavi Vilajosana Guillen (investigador I+D+I, catedrático),
Borja Martínez Huerta (Transferencia e Innovación)
Reducción del consumo energético: Comprobar que la instalación de la herramienta genera una reducción en el consumo energético mediante la información que proporciona, así como mediante las guías y recomendaciones que se generarán. Este objetivo se medirá mediante análisis de:
– la variación del consumo acumulado (MWh)
– los costes computacionales (€)
– la huella de carbono (CO2)
Concienciación: Generar consciencia social y mediática sobre el creciente impacto ambiental del cloud computing y la importancia del uso responsable.
El piloto
El piloto se desarrolló entre diciembre 2020 y septiembre 2021. Se testeó la herramienta digital (en inglés energetic footprint of cloud computing – “EFC”) para medir el consumo energético del campus virtual de la UOC. La herramienta se instaló en los servidores de la Universidad. Un total de 72.000 usuarios participaron en el piloto.
Se desarrolló un widget e implementó en el campus, visible para cada usuario. En éste se mostraba el consumo relacionado con la actividad del usuario en el espacio virtual de campus con algunos consejos de cómo reducir su consumo computacional, y generar menos impacto medioambiental.
Se evaluó el impacto de esta herramienta en los usuarios a través de testeos AB con tres niveles de información y diferente tipo de detalle. A su vez, el piloto también permitió obtener información en referencia a los costes de la plataforma derivados de la contratación de servidores “on premise” así como el uso de estos recursos computacionales externos. Esta información sirvió para analizar las posibilidades de racionalización de costes económicos y medioambientales del campus.