Si bien las tasas de acceso a Internet son 2 veces más altas en las áreas urbanas que en las rurales y es más probable que las ciudades tengan una cobertura de red móvil casi universal, con una cobertura de mayor calidad en comparación con las áreas rurales, estas estadísticas solo cuentan una parte de la historia. Cuando se trata del estado del acceso digital urbano. La brecha digital no solo se da entre los entornos rurales y urbanos, sino que también existe dentro de las propias ciudades.
La pandemia de COVID-19, las crisis climáticas y políticas, los conflictos armados, los desplazamientos forzosos y el agravamiento de las desigualdades económicas han exacerbado y amplificado aún más las brechas digitales ya existentes, y eso ha dificultado el acceso de las comunidades marginadas y excluidas sistemáticamente.
Digital Future Society y UNU-EGOV, han elaborado este libro blanco, El acceso digital en las ciudades, entendido como algo más que un derecho fundamental, para ayudar a los administradores de las ciudades, los responsables de las políticas municipales y la sociedad civil a alcanzar un acceso digital real, a fin de cumplir el ODS 11 y promover el bienestar, los derechos y la capacidad de decisión y actuación de las personas en las ciudades.
Lograr el acceso digital universal como un medio para lograr el ODS 11 sigue siendo un desafío para las ciudades. Actualmente no hay ciudades que hayan eliminado con éxito las brechas y desigualdades digitales por completo. Si bien no existe un modelo perfecto o una hoja de ruta a seguir, existen mejores prácticas y lecciones que se pueden aprender y adoptar para cada contexto urbano único. Este libro blanco incluye estudios de casos de Barcelona, Johannesburgo, Ciudad de México, Riga y Toronto.
Al adoptar un enfoque integrado, interseccional, de sistemas y basado en los derechos humanos, los administradores locales de la ciudad, los formuladores de políticas y la sociedad civil pueden promover el bienestar, los derechos y la capacidad de decisión y actuación de las personas, las comunidades y el medioambiente, con el fin de que las ciudades no amplíen las brechas digitales.
La pandemia de COVID-19, las crisis climáticas y políticas, los conflictos armados, los desplazamientos forzosos y el agravamiento de las desigualdades económicas han exacerbado y amplificado aún más las brechas digitales ya existentes, y eso ha dificultado el acceso de las comunidades marginadas y excluidas sistemáticamente.
Digital Future Society y UNU-EGOV, han elaborado este libro blanco, El acceso digital en las ciudades, entendido como algo más que un derecho fundamental, para ayudar a los administradores de las ciudades, los responsables de las políticas municipales y la sociedad civil a alcanzar un acceso digital real, a fin de cumplir el ODS 11 y promover el bienestar, los derechos y la capacidad de decisión y actuación de las personas en las ciudades.
Lograr el acceso digital universal como un medio para lograr el ODS 11 sigue siendo un desafío para las ciudades. Actualmente no hay ciudades que hayan eliminado con éxito las brechas y desigualdades digitales por completo. Si bien no existe un modelo perfecto o una hoja de ruta a seguir, existen mejores prácticas y lecciones que se pueden aprender y adoptar para cada contexto urbano único. Este libro blanco incluye estudios de casos de Barcelona, Johannesburgo, Ciudad de México, Riga y Toronto.
Al adoptar un enfoque integrado, interseccional, de sistemas y basado en los derechos humanos, los administradores locales de la ciudad, los formuladores de políticas y la sociedad civil pueden promover el bienestar, los derechos y la capacidad de decisión y actuación de las personas, las comunidades y el medioambiente, con el fin de que las ciudades no amplíen las brechas digitales.
Las ciudades tienen una oportunidad única para moldear el futuro de la gobernanza digital y contribuir a que la digitalización urbana favorezca el desarrollo sostenible.