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Transformando la tecnología a través del espacio público, con Lucía Velasco

“El sector público tiene un papel fundamental porque necesitamos diseñar cómo capacitamos a los ciudadanos para la transformación digital del trabajo”.

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Lucía Velasco dirige actualmente el Observatorio Nacional de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información de España, el espacio público para comprender el impacto de la tecnología en la sociedad. Es economista especializada en políticas públicas y tiene una vasta experiencia en el sector público, sector empresarial privado y ONG.

A modo de resumen y desde tu perspectiva, ¿cuál es el estado actual de la transformación digital en España?

España se encuentra en un lugar perfecto para correr esta carrera de transformación digital. Tenemos la agenda digital hasta 2025 y un plan de recuperación europeo del cual el 30% está dedicado a estas ambiciones digitales como país. De alguna manera hemos recuperado el tiempo que perdimos la última década sin un plan.

 

Sin embargo, tenemos algunos desafíos críticos que debemos abordar de inmediato, como las habilidades digitales. Tenemos un tercio de la población sin habilidades digitales básicas. No podemos permitirnos esto. El mercado del talento es internacional y tenemos que estar ahí. También nos faltan mujeres en el sector tecnológico y especialistas en tecnología; debemos asegurarnos de que somos parte de este diseño del entorno laboral futuro. Y, por último, tenemos que centrarnos en crear el empleo del futuro, el trabajo relacionado con la tecnología en el que estamos bastante cortos, menos del 4%.

¿Cuál diría que es el mayor desafío a abordar en este momento con respecto al impacto de la tecnología en las personas y la sociedad?

El desafío más crítico que debemos enfrentar es, de hecho, comprender el impacto de la tecnología en la sociedad. Y para eso, necesitamos datos. Los datos son el elemento crucial para comprender esta transición y esta revolución en la que nos encontramos y asegurarnos de que podamos diseñar una transición imparcial. Necesitamos una evolución justa en este entorno digital.

Hay una expresión que últimamente han utilizado mucho instituciones, personas y organizaciones: “no dejar a nadie atrás”. ¿Cómo encajan las minorías en este proceso de digitalización y cómo encajan las mujeres en él?

Las minorías deben estar en el centro de este cambio que estamos viviendo porque no podemos diseñar un futuro que excluya a las personas. Debemos ser muy cuidadosos y asegurarnos de no desarrollar tecnologías que prohíban a partes de la población. Necesitamos ponerlo sobre la mesa, escuchar y asegurarnos de que la tecnología funcione para las minorías. Por lo tanto, debemos, al mismo tiempo, asegurarnos de que tenemos los datos sobre estos grupos.

 

Por el lado de las mujeres, creo que este es el aspecto más relevante de la revolución de los datos porque no podemos diseñar un futuro en el que la mitad de la población no esté involucrada. Tenemos que asegurarnos de que las mujeres estudien, trabajen y comuniquen la relevancia de este futuro digital.

De hecho, ¿qué les dirías a las mujeres jóvenes que quieren incursionar en estos campos digitales y tecnológicos?

Les diría que el futuro las necesita; necesitan ser parte de él; necesitamos tu visión aquí.

¿Crees que es necesario regular los derechos digitales y la igualdad?

Como cualquier otro, cierto. De la misma manera que tenemos nuestros derechos humanos fundamentales en todo tipo de regulaciones, estatutos y jurisdicción internacional, debemos asegurarnos de tener los mismos derechos que tenemos en el mundo analógico, en el digital. También tenemos que entender las nuevas necesidades en esta nueva realidad. España lidera este debate de humanismo y tecnología. Hemos publicado una carta de derechos digitales, que esperamos sea aceptada en la Unión Europea como marco.

Tu libro: ¿Te va a sustituir un algoritmo? Nos hace reflexionar sobre uno de esos retos que tendremos que afrontar en el futuro: la revolución digital en el espacio de trabajo. Ochenta y cinco millones de puestos de trabajo cambiarán solo para 2025. ¿Cuál es el papel de las administraciones públicas en este asunto, en esta revolución del espacio de trabajo digital?

El papel del sector público es fundamental para comprender la automatización o el futuro del trabajo porque esto es algo que va a suceder. Y necesitamos diseñar cómo hacemos que esta transición suceda para la gente. Es, de nuevo, el reflejo exacto como antes; debemos asegurarnos de que esto funcione para todos. Y para hacer eso, el sector público tiene un papel fundamental porque necesitamos diseñar cómo re-capacitamos a los ciudadanos, cómo nos aseguramos de que las personas puedan hacer la transición de un trabajo a otro y cómo apoyamos a aquellos que probablemente no lo harán o serán capaces de hacerlo. De esa manera, esas personas no se quedarán atrás.

¿Cree que es posible una transición digital equitativa en medio de estos desafíos que debemos enfrentar?

No hay otra opción. Necesitamos hacerlo equitativo. Necesitamos hacerlo justo. Necesitamos hacerlo justo; tenemos que hacerlo funcionar.

Última pregunta y volviendo a Lucía Velasco, ¿cuál es el siguiente paso para ti? ¿Qué política le gustaría que se cumpliera?

Los siguientes pasos probablemente impliquen la recopilación de datos para comprender qué le está sucediendo a los españoles en materia de tecnología y digitalización. De esta forma reduciremos las brechas que vemos y las que aún no vemos.