Así atentan y atentamos contra los derechos digitales, por Selva Orejón

Selva Orejón es CEO y fundadora de onBRANDING, así como perito judicial en identidad digital y reputación. Está especializada en análisis de inteligencia al servicio del estado y la empresa y es profesora en la Escuela de Policía, en el Instituto de Seguridad Pública de Cataluña y en varias universidades y escuelas de negocios.

¿Cómo se vulneran nuestros derechos digitales sin que nos demos cuenta?

La mayor parte de la población ni siquiera los conoce, no conoce su capacidad para poderlos defender, y ahí empieza todo. 

Si no sabemos qué mecanismos usar ni qué debemos defender, no podremos nunca ejercerlos.

¿Qué consecuencias puede tener esto en nuestra vida diaria?

De varios tipos, emocionales, psicológicas, económicas, profesionales…En algunos casos esas consecuencias se pueden medir y trabajar con un profesional y en otros casos, cuando no hay un acompañamiento oportuno, pueden durar años.

En tu experiencia, ¿cuáles son los derechos digitales menos respetados en internet?

Sin duda la intimidad, el honor, los derechos de imagen y de copyright o propiedad intelectual.

 

¿Cuáles son las actitudes de los usuarios de internet que más ponen en peligro sus derechos digitales?

No realizar una monitorización de la identidad digital de cada uno, no mantener una correcta higiene digital de nuestros datos y no ejercer los derechos ARCO, de acceso, rectificación, cancelación y oposición.

Cuando enviamos archivos por whatsapp o los subimos a redes sociales, ¿qué información estamos enviando sin saberlo, por ejemplo, con los metadatos?

Bueno, esto quién lo sabe de verdad es Facebook, propietaria de WhatsApp, y los propios sistemas operativos que controlan nuestros teléfonos, las operadoras, las empresas de los servidores donde se almacenan esos datos…

Pero en ocasiones los meta datos, en algunas redes y dependiendo de la configuración de cada usuario, contienen geolocalización, dispositivo, IP, resolución de pantalla, % de batería, si el usuario está conectado a batería o no…

Según la Electronic Frontier Foundation “el conocimiento es poder y el conocimiento sobre una persona es poder sobre una persona. Tu información se usará para anticipar tus acciones y manipular cómo compras, votas y piensas”. ¿Está de acuerdo con ello y, en caso afirmativo, puedes darnos ejemplos concretos?

Eso ya es una realidad, los billones de personas que usan las plataformas sociales en gobiernos, trabajo, para la vida personal o para temas médicos aportan una serie de datos que se convierten en información y que pasa de un entorno micro a uno macro, y de ahí a inteligencia. Inteligencia que se puede usar para tomar muchas decisiones y para influir.

 

El famosísimo caso de Cambridge Analytics, las campañas electorales de USA, Brasil, Catalunya y por supuesto las campañas de marketing diarias son muestra de ello.

El derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen es uno de los más conculcados en internet. ¿En qué consiste y cómo podemos protegerlo o defendernos si se conculca?

El derecho al honor incluye, por ejemplo, la reputación de las empresas en el ejercicio de la libre concurrencia así como de las personas. En algunas ocasiones se deben Impulsar acciones judiciales ante noticias denigrantes o inveraces en medios de comunicación social.

Ataques a los derechos fundamentales son:

• Comentarios denigrantes o vejatorios en redes sociales.
• Difusión de fake news en redes sociales, páginas web o medios de comunicación digitales.
• Difusión en plataformas digitales de datos de carácter sensible (por ejemplo, datos de salud).
• Difusión de fotografías sin consentimiento en redes sociales y otras plataformas digitales.

Cuando reenviamos fotos de una persona, aunque sea un meme, por whatsapp, ¿estamos conculcando algún derecho digital?

Depende de si nos ha dado permiso expreso para que se difundan estas imágenes o no.

No soy especialista en derecho, pero si no lo han hecho expresamente y no son personajes de interés público ni personajes notorios y son imágenes íntimas, nos podemos meter en un gran lío. En cualquier caso, no se puede monitorear WhatsApp.

¿Existe alguna otra instancia en la que atentamos contra los derechos digitales de otros sin saberlo?

Si, en muchas ocasiones, como cuando añadimos personas a grupos de WhatsApp sin su consentimiento o compartimos y guardamos números de teléfono también sin consentimiento en nuestra agenda.

Por supuesto, ni qué decir tiene que lo hacen también las personas que acceden de forma ilegítima a los dispositivos y cuentas de terceros (casos de parejas, menores de edad, pre divorcios…).