¿Cómo describiría el microtasking?
Los micro-trabajadores, ¿constituirán una nueva infra-clase de jóvenes tecnológicamente preparados?
¿Cuáles son las condiciones laborales de los moderadores de contenidos, considerados los ‘limpiadores’ de internet?
¿Es ésta una nueva forma de colonización?
El microtrabajo, ¿es resultado de la falta de legislación?
¿Qué efectos tiene la economía de plataformas y el micro-trabajo en el resto del mercado laboral?
¿Cómo deberían regular los gobiernos el microtrabajo?
Janine Berg es experta en plataformas laborales digitales: las estudia desde 2015 como parte de su investigación sobre empleo no estandarizado.
Berg trabaja así mismo como economista de la Organización Internacional del Trabajo donde centra su actividad en las transformaciones en el campo del empleo y la regulación de los mercados laborales.
Sus respuestas a este cuestionario son a título personal y no representan oficialmente a la OIT.
¿Cómo describiría el microtasking y cuán importante es para nuestra economía y la economía de las big tech?
Las plataformas de micro-trabajo son plataformas de trabajo colectivo que ofrecen a la industria acceso a cuantiosa mano de obra flexible para completar tareas pequeñas y a menudo repetitivas. Al aprovechar el poder del ‘colectivo’, una empresa puede tener acceso a miles de trabajadores para procesar, por ejemplo, grandes cantidades de datos en un periodo de tiempo relativamente corto. La distribución de trabajadores en diferentes husos horarios significa que las plataformas pueden ofrecer personal a la carta y completar tareas las 24 horas del día.
Al desmenuzar trabajos en ‘tareas’, las plataformas facilitan nuevas formas de mercantilizar el trabajo y venderlo a la carta a empresas y otros que buscan subcontratar algunos aspectos de su carga laboral a menor coste.
La mayor parte de las empresas tecnológicas líderes utilizan las plataformas de microtasking para aspectos específicos de su trabajo, integrando a los ‘humanos’ en lo que parecen funciones automáticas.
Fue famosa la frase de Jeff Bezos refiriéndose a su plataforma Amazon Mechanial Turk como “inteligencia artificial artificial”, una definición apropiada de lo que se está haciendo y también de la importancia del trabajo humano para el correcto funcionamiento de los sistemas tecnológicos.
¿Está de acuerdo en que los micro-trabajadores se pueden acabar convirtiendo en una nueva fuerza de trabajo que creará una nueva clase baja de jóvenes tecnológicamente preparados?
Nada inherente al micro-trabajo hace necesaria la creación de una ‘clase baja’. En la actualidad las condiciones laborales son precarias, pero no tiene por qué ser así.
Estos podrían ser buenos trabajos; es sólo cuestión de aplicarles los estándares mínimos. Actualmente el acuerdo laboral es de tipo comercial, pues las plataformas han clasificado a los empleados como trabajadores independientes.
Como tales, los trabajadores no tienen derecho a las protecciones laborales habituales de una relación empleador-empleado, como el salario mínimo, bajas laborales pagadas, el derecho a la libertad de asociación o seguridad social, entre otros. Así mismo, la gran oferta de trabajadores en las plataformas y la intensa competencia para los trabajos disponibles empeoran las condiciones laborales.
¿Cuáles son las condiciones laborales de los moderadores de contenidos, considerados los ‘limpiadores’ de internet? ¿Qué precio pagan en términos de salud por las tareas que desempeñan?
Sarah Roberts, así como otros, ha llevado a cabo una excelente investigación sobre las condiciones de los moderadores de contenido. Cuando las redes sociales se lanzaron, en seguida se hizo evidente que había que moderar el contenido que se subía para evitar que se llenaran de contenido pornográfico o violento. Al principio, parte de la moderación de contenido se hizo dentro de las mismas empresas, pero después se subcontrató a través de agencias de empleo o plataformas de microtrabajo.
Ahora gran parte de la subcontratación va hacia trabajadores en países en desarrollo o se realiza a través de plataformas. Es especialmente problemático cuando se hace a través de plataformas ya que el trabajador está en casa, aislado, y probablemente no sabe qué le espera cuando acepta la tarea. No existe apoyo para el trabajador, ni de otros colegas ni de la dirección, ni de psicólogos en la sede de la empresa.
Este trabajo es peligroso y se ha relacionado con el trastorno de estrés postraumático, y es necesaria protección.
La moderación de contenido cada vez es un peso económico más grande para las compañías de redes sociales que lo subcontratan a países con mano de obra más barata y regulación más laxa. ¿Es ésta una nueva forma de colonización?
A las compañías de redes sociales les va muy bien económicamente, así que yo no diría que es un gran peso para ellos; si sus webs no filtran las imágenes o los videos, peligra el éxito que tienen. Así, la moderación de contenido es básica para que estas empresas triunfen.
El contenido debería, como mínimo, ser tratado donde se genera. La legislación debería también ser efectiva a la hora de forzar a las redes sociales a reorganizar cómo se sube el contenido, de manera que no sea tan fácil para el creador subir contenido no deseable.
El microtrabajo, ¿es resultado de la falta de legislación?
El microtrabajo podría -y debería- regularizarse igual que cualquier otra actividad económica. Surgió porque internet necesitaba inteligencia humana para realizar funciones sencillas que los programas informáticos no podían hacer pero que eran necesarias para el correcto funcionamiento de las florecientes empresas de comercio electrónico, de redes sociales y otros, como entrenar los sistemas de inteligencia artificial.
Esto podría conllevar que las plataformas tuvieran que limitar el número de trabajadores en la plataforma (de manera que haya suficiente trabajo para todos) haciendo un filtrado de los trabajadores (igual que en trabajo tradicional) y organizando el flujo de trabajo para reducir el tiempo de búsqueda y espera de los trabajadores.
Esto sería positivo. La historia del trabajo está llena de ejemplos de cómo la regulación trajo consigo cambios organizativos, normalmente beneficiosos para la productividad. Creo que lo mismo podría suceder aquí.
En estos momentos, hay muchas ineficiencias en cómo se organiza el microtrabajo, pero como sólo repercuten al trabajador (comprobar la reputación de los clientes para estar seguros de que pagarán, invertir tiempo para entender las instrucciones, someterse a tests no pagados…), pues no reciben la atención que merecen.
This would be a positive development. Labour history is replete with examples of how regulation brought about organizational change, usually to the benefit of productivity gains. I believe a similar situation would happen here. At present, there are a lot of inefficiencies in the way microtask work is organized, but as these inefficiencies are only borne by the worker (screening clients to ensure they are reputable and will pay, spending time to understand instructions, taking unpaid qualification tests, etc.), and do not receive the attention they deserve.
¿Qué efectos tiene la economía de plataformas y el micro-trabajo en el resto del mercado laboral?
Algunas tareas de las plataformas de micro-trabajo son parte de la nueva economía digital, por ejemplo verificar las cuentas de twitter, y otras antes lo hacía personal administrativo (por ejemplo las transcripciones de audio o incorporar datos) y representan por ello la sustitución de trabajos de oficina (y sus derechos y beneficios) por un pequeño microtrabajo que ahora mismo no disfruta de esos mismos derechos ni beneficios.
Mientras que hay límites a lo que se puede subcontratar en las plataformas de micro-trabajo, creo que en el futuro cada vez más trabajo irá a parar a éstas.
Gran parte del debate sobre la tecnología y el mundo laboral se centra en cómo la tecnología sustituye a los humanos, sin embargo creemos que la tecnología está desplazando el trabajo a formas de empleo más precarias y que esto es más importante.
¿Cómo deberían regular los gobiernos el microtrabajo?
Habría que establecer unos mínimos estándares y salarios, pero también garantizar que hay sistemas de resolución de conflictos disponibles así como la contribución al sistema de seguridad social nacional.
Sin embargo, la naturaleza transfronteriza del trabajo, con plataformas, clientes y trabajadores todos ubicados en diferentes países, hace que sea complicado.
En su informe de 2019 Work for a Brighter Future, la Organización Mundial del Trabajo reconocía que el aumento de trabajo digital transfronterizo había dado lugar a vacíos legislativos que requerían intervenciones específicas a nivel global. Recomendaba el “desarrollo de un sistema de gobernanza internacional para plataformas de empleo digitales que exigiera a plataformas y clientes el respeto a unos derechos y protecciones mínimos”.
Apuntaba también que la Convención de Trabajo Marítimo de la OIT de 2006 era un importante precedente de regulación supra-nacional, pues establece y aplica un código laboral global para los marinos.
Así mismo, un sistema de gobernanza para las plataformas de empleo digitales establecería requisitos de compartición de información entre operadores de