¿En qué consiste su trabajo?
¿Qué es el movimiento de código abierto y cuál es la diferencia con datos abiertos?
¿De qué otras maneras puede influir el open data en la sociedad?
¿En qué campos es más necesaria la información abierta hoy en día?
¿Nos hace la sociedad de la información más o menos sabios?
¿Nos puede hablar de otros casos de éxito del Open Movement?
¿Podría esta pandemia devolvernos a los orígenes abiertos de la World Wide Web?
¿Es el modelo de negocio de las tecnológicas justamente lo contrario al Open Movement?
¿Existe un conflicto entre el open data y el modelo económico predominante?
Rufus Pollock es uno de los pioneros del movimiento Open Data a nivel mundial - en 2004 creó la Open Knowledge Foundation (https://okfn.org/) y es el autor de 'The Open Revolution', entre otros.
Con su trabajo Pollock aspira a lograr una economía de la información más justa y libre, además de útil para todos. Asesora a gobiernos, empresas, ciudadanos y organizaciones sobre el Open Data y el Conocimiento Abierto. Considera fundamental animar y capacitar a todas aquellas personas y organizaciones con acceso a la información, así como a las herramientas para manejarla, a trabajar por un cambio en la sociedad.
¿En qué consiste su trabajo?
Soy un emprendedor, investigador y tecnólogo cuyo trabajo consiste en crear una economía de la información justa y libre útil para todo el mundo. Creo que el paso esencial para lograr ese objetivo es hacer que la información sea de libre acceso, junto el pago de derechos de remuneración a innovadores y creadores. En mi último libro The Open Revolution hablo de todo ello en más detalle.
Soy muy activo en el movimiento de datos y código abierto, y asesoro a gobiernos, organizaciones internacionales y a la industria sobre cómo adoptar estrategias ‘open’ con éxito. Creé la Open Knowledge Foundation en 2004, una organización internacional sin ánimo de lucro que sigue siendo una organización y voz líder en este campo. Recientemente he puesto en marcha una nueva iniciativa llamada Life Itself con el compromiso de crear un mundo más sabio y de mayor bienestar a través de la investigación y el activismo.
¿Qué es el movimiento de código abierto y cuál es la diferencia con el movimiento de datos abiertos?
Cuando se describe un software como ‘código abierto’, significa que el código original es de acceso gratuito y con muy pocas restricciones o restricciones mínimas a su uso, modificación y redistribución. De similar manera, los datos abiertos son datos a los que cualquier persona puede acceder y que se pueden usar, compartir y escalar de manera gratuita y con cualquier finalidad.
Así que ambos describen enfoques para fomentar la innovación y la colaboración a través del acceso y reutilización libres.
El Movimiento Open Data, del que yo fui pionero junto con Open Knowledge, es un esfuerzo para hacer que cada vez más información (no personal) esté disponible públicamente para lograr mayor transparencia, colaboración, innovación y empoderamiento. Es parte del más amplio Open Movement, que busca ayudar a crear una economía innovadora del conocimiento más justa y libre.
¿De qué otras maneras puede influir el open data en la sociedad?
Que se pueda acceder a y re-utilizar libremente la información tiene un potencial enorme. En el movimiento open source hay una famosa cita que dice: “Con muchos ojos todos los errores se hacen evidentes”. Lo mismo sucede con la información; si es abierta, más gente podrá verla y detectar problemas y oportunidades que de otra manera se pasarían por alto.
Una historia de éxito la representa la publicación por parte del Gobierno del Reino Unido del gasto departamental de 2010 y el resumen que hizo la plataforma OpenSpending. De esta manera los usuarios no tuvieron que leerse cientos de páginas para encontrar información relevante. En 2013 esto permitió al Director de Tecnología del Gobierno del Reino Unido descubrir que diferentes departamentos estaban comprando innecesariamente los mismos informes. Ahorró 4 millones de libras en 15 minutos.
Otro ejemplo de datos abiertos con un efecto enormemente positivo es el trabajo de OpenStreetMap, un proyecto colaborativo para crear una mapa abierto del mundo tras el terremoto de Haití en 2010. El no tener mapas actualizados de las zonas devastadas ralentizaba el trabajo de los equipos de emergencias humanitarias, así que cientos de voluntarios de OpenStreetMap crearon mapas usando imágenes satelitales que acababan de ser publicadas y que mostraban las carreteras utilizables, hospitales, campos de desplazados y edificios derruidos. En apenas unas semanas estos pasaron a ser los mapas utilizados por muchos equipos de emergencias humanitarias.
¿En qué campos es más necesaria la información abierta hoy en día?
Existe una larga lista de campos que se verían muy beneficiados por los datos abiertos: el transporte, el consumo de energía, los presupuestos gubernamentales, la investigación científica, la salud, la ley y la educación…En todas ellas, por nombrar algunas, los datos abiertos ayudarían a la innovación y ayudarían a las personas – tecnólogos, políticos, periodistas o ciudadanos- a tomar mejores decisiones.
Usted ha mencionado también en alguna ocasión la diferencia entre sabiduría e información. En esta sociedad de la información en la que vivimos, ¿nos estamos volviendo más o menos sabios? ¿Por qué?
Cuando hablo de sabiduría me refiero a una serie de cualidades que incluyen la compasión, la ecuanimidad, la conciencia de uno mismo y el autocontrol. Tomar decisiones sabias requiere así mismo la habilidad de escuchar y practicar el desapego en nuestros puntos de vista, ajustándolos cuando existen nuevas evidencias para ello.
Ahora mismo está muy claro que nuestra sabiduría no va al ritmo de nuestras capacidades tecnológicas, que crecen exponencialmente, ni es suficiente para resolver problemas de acción colectiva como el cambio climático.
Seguimos inmersos en guerras, acumulando riqueza y destruyendo el medioambiente. Mientras tanto, existe la posibilidad real de que la inteligencia artificial se convierta en una amenaza existencial y el cambio climático representa otra amenaza existencial, a menos que podamos actuar de forma conjunta para resolverlo.
Mientras invertimos en avances tecnológicos y los adoptamos con fervor, como sociedad no hemos invertido de manera seria en desarrollar nuestra sabiduría colectiva. El acceso a la información sobre los hechos puede ayudar a tomar mejores decisiones, pero no será suficiente para hacernos sabios; y esto es lo que necesitamos para poder evitar desastres y alcanzar nuestro potencial colectivo de bienestar. En este texto trato en profundidad la importancia de desarrollar nuestra sabiduría colectiva: https://rufuspollock.com/2019/04/08/children-playing-with-sharp-knives-humanity-and-the-digital-age/
Openstreetmap y Wikipedia son dos de los proyectos de Open Data más conocidos que existen. ¿Nos puede hablar de otros casos de éxito?
El Proyecto del Genoma Humano es uno de los logros científicos más importantes de la humanidad, y también uno de los proyectos de open data de más éxito de la historia.
Hubo una empresa privada que compitió con este movimiento abierto y a punto estuvimos de tener un genoma ‘cerrado’, cuya información hubiera sido de acceso restringido y su uso controlado por las patentes.
Que el genoma esté abierto significa hoy en día que cualquiera que quiera utilizar la información para la investigación y la innovación lo puede hacer de manera abierta. El genoma abierto ha salvado vidas y generado miles de millones de euros de valor económico. También es un ejemplo de lo que un proyecto basado en una filosofía de apertura puede lograr a gran escala. En mi libro The Open Revolution (capítulo 8) hablo de esto. https://openrevolution.net/
La comunidad científica ha subrayado la cantidad de conocimiento y el inusual nivel de colaboración entre científicos de todo el mundo en la lucha contra la pandemia. Esto ha posibilitado una respuesta mucho más rápida que en cualquier epidemia hasta el momento. De hecho, Tim Berners-Lee inventó la World Wide Web para ayudar a los científicos a compartir información a través de una plataforma llamada internet. ¿Podría esta pandemia devolvernos a los orígenes abiertos de la World Wide Web?
Es indudable que representa una oportunidad para reflexionar sobre el enorme valor que tiene la información abierta para su análisis y re utilización. Científicos y gobiernos raramente publican datos en bruto e, incluso si lo hacen, el formato que hace que cueste mucho extraer información y reutilizarla. Durante la pandemia, los datos abiertos y fáciles de reutilizar han hecho posible el avance de la investigación y que los políticos y los ciudadanos estuvieran informados. Quizás esto haga que instituciones y organismos estatales se den cuenta del valor del modelo open data y que se decanten por él.
Organizaciones como la que usted mismo creó, Open Knowledge, abogan por una sociedad en la cual toda información no personal esté abierta a todo el mundo. Pero, ¿no está el modelo de negocio de las tecnológicas basado justamente en lo contrario, capturar, comprar y vender datos?
Los actuales modelos de negocio de muchas empresas implican ciertamente la monetización de los datos de las personas con el fin de poder dirigir la publicidad, pero una mayor apertura de la información no personal por sí sola no convertiría este modelo en inservible.
Además, aunque los monopolios de internet como Google y Facebook monetizan nuestros datos personales, perder acceso exclusivo a los mismos no les haría perder su posición de dominio gracias a la combinación de textos gratis, efectos de plataforma y derechos de monopolio. Sólo si los protocolos, los algoritmos y el software de estas empresas fueran de libre acceso para desarrollarlos y compartirlos menguaría su poder de monopolio. En mi web hablo con más detalle de todo esto.
Entonces, ¿existe un conflicto entre el open data y el modelo económico predominante?
Sí. Un mundo abierto sin copyrights ni patentes resultaría disruptivo para los monopolios, pues la información no personal, los algoritmos y el software estarían disponibles para que otras personas los desarrollaran y compartieran. Esto menguaría el poder de los monopolios y sus efectos perjudiciales en la innovación y la libertad.
Pero la financiación de la innovación de todo tipo seguiría siendo necesaria. En estos momentos, en lugar de financiación directa como en las universidades, la principal forma de financiar personas innovadoras es por medio de los derechos de monopolio como las patentes y los copyrights. Estos son incompatibles con “open”. Sin embargo, existe una alternativa: los derechos de remuneración.
Estos fomentarían y premiarían la innovación constante, sin las restricciones impuestas por la actual legislación. Los creadores e innovadores tendrían derecho a ser pagados por un fondo de Derechos de Remuneración, proporcional al uso y valor generados por su invención. A cambio de la remuneración, todo el mundo podría usar esa creación, así como compartirla y desarrollarla. Mientras tanto, la financiación pública y la filantropía continuarían respaldando la innovación igual que hoy en día. Trato este sistema en mi libro The Open Revolution así como en https://openrevolution.net/remuneration-rights.