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Judith Viladomat

«Las personas debemos concentrarnos en las habilidades en las que somos más fuertes. Esto significa creatividad»

Tags: 'Future of work' 'Futuro del trabajo'

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Hablamos con Judith Viladomat, responsable de comunicación de Pal Robotics, empresa que desarrolla robots humanoides de última generación, sobre el futuro del trabajo.

¿Cuáles son los avances más fascinantes en lo que se refiere a la robótica?

Estamos comenzando a probar robots en escenarios reales. Hasta ahora, todo ha sido experimental. Teníamos que imaginar a los robots en los laboratorios, donde el ambiente está controlado, pero es evidente que no están concebidos para eso. Imaginamos a los robots en nuestras vidas.

Los robots deben adaptarse a los cambios, al entorno dinámico de la vida real. Este es uno de los retos que se están resolviendo en la actualidad.

Es muy importante que la industria pueda contar con robots. Tenemos un robot, Talos, un humanoide súper alto, de 1,75 metros, que probablemente será utilizado en la fabricación de aviones con Airbus, uno de los colaboradores del proyecto. Esto supone un hito importante porque actualmente, durante el proceso de construcción de un avión las personas deben realizar tareas que son perjudiciales para su salud, como adoptar posiciones no ergonómicas mientras sostienen herramientas pesadas. En este entorno, el robot debe percibir que hay ciertas cosas cambiantes, que hay personas alrededor y que no debe dañarlas. Esto aún queda lejos de los robots tradicionales que trabajan en espacios controlados y es uno de los grandes pasos que debemos dar para lograr que los robots nos ayuden.

¿En qué sentido mejorará la automatización el lugar de trabajo?

Protegiendo a los trabajadores de daños que puedan afectar a su salud o a su vida. Imagine entornos con partículas tóxicas o altas temperaturas, posturas que no son cómodas para un humano o situaciones que sean demasiado exigentes para el cuerpo humano. En estos casos, un robot puede ser beneficioso si se usa en lugar de la persona.

Los robots son útiles para tareas muy repetitivas que no requieran las capacidades biológicas de una persona, así como todas aquellas que no aporten valor como, por ejemplo, las tareas logísticas que realiza una enfermera que no requieren tratar con los pacientes. Un robot puede realizar las tareas logísticas mientras que la enfermera puede centrarse en dar a los pacientes la atención que necesitan.

¿Qué oportunidades podría conllevar el aumento de la automatización en términos de trabajos alternativos?

Habrá muchos trabajos nuevos porque el impacto de las nuevas tecnologías no está controlado al cien por cien, no se puede saber lo que sucederá cuando se introduzca la robótica o cuando se cree la tecnología robótica.

Creo que el desarrollo de la robótica traerá de la mano oportunidades asombrosas. Evidentemente, existen algunos desarrollos en ingeniería, programación, inteligencia artificial y algoritmos que están tan avanzados que pueden tomar mejores decisiones que nosotros.

Suponen un nuevo campo importante para el espacio de trabajo, y creo que nos permitirán reinventarnos. Cuando aparecieron los automóviles y desapareció la industria del caballo, la gente pudo realizar otro tipo de trabajos y, al final, el mercado comenzó a generar más empleo del que destruyó. Ha ocurrido lo mismo en todas las revoluciones industriales, y esperamos que también pase así con la robótica.

¿Qué nuevas habilidades necesitarán los humanos para adaptarse a este entorno laboral cambiante?

Las personas debemos concentrarnos en las habilidades en las que somos más fuertes. Esto significa creatividad. Los algoritmos no siempre toman decisiones de la manera correcta, necesitan ser supervisados por las personas. En el caso de las contrataciones de empresas, existen ejemplos de algoritmos sesgados por los prejuicios que tiene la sociedad. Por esta razón, las personas debemos supervisar si los algoritmos y los robots actúan de manera injusta. Existe un valor agregado que las personas tienen que desarrollar. En Pal estamos realmente centrados en la creación de robots. Cuando participamos en algún proyecto, nos aseguramos de que agregará valor al trabajo de las personas, que sus trabajos se complementarán con robots y que no serán sustituidos por estos. Es preciso que la relación sea complementaria y armónica.

Creo que es momento de que los robots ocupen el lugar de las personas en aquellas tareas perjudiciales para su integridad o su salud. Pretendemos que haya una sinergia entre los robots y las capacidades de las personas.

Se dice que los nuevos roles que serán necesarios en el trabajo del futuro serán más complejos emocionalmente y creativos. Si nos adaptamos a estos cambios, ¿podría la cuarta revolución industrial crear una sociedad más «humana» a largo plazo?

Sí, realmente creo que sí, y ese debería ser nuestro objetivo. Espero que todo el mundo lo entienda. Por eso es tan importante la regulación pública.

Pero, al menos en Pal, lo que queremos es que las nuevas tecnologías, como la robótica y la inteligencia artificial, tengan un impacto positivo y mejoren la calidad de vida de las personas de manera que todos puedan beneficiarse.

En 2017, el Parlamento Europeo rechazó una propuesta que impondría impuestos a los robots y utilizaría el dinero para el reciclaje profesional de los trabajadores, argumentando que ralentizaría la innovación. ¿Qué piensa sobre esto?

Cuando compra un robot, ya está pagando impuestos, los impuestos correspondientes a esa compra. Existen otras innovaciones de las que ni siquiera nos acordamos, como la lavadora, con la cual pagamos impuestos y nada más, y también eliminó muchos empleos. Es algo que ya forma parte del entramado de la empresa, no es necesario aplicar más impuestos porque ya tiene impuestos.

¿Cuánto tiempo tardarán en llegar a las empresas y a los hogares los robots humanoides?

Depende.

Es algo que está evolucionando rápido pero no tanto. Cuando surge un avance concreto, de repente aparece en todas las noticias, pero hasta que tengamos un robot que realmente ayude a las personas mayores en casa o a los trabajadores de las distintas industrias, en lugar de una prueba que funcione bien, queda mucho por recorrer.

Aunque sea distancia sea muy grande, tenemos tiempo para reorientar todo, para prever cómo los robots podrían transformar para bien nuestro trabajo y nuestra rutina diaria. Existen algunos tipos de robot que ya están implantados en los lugares de trabajo. No son humanoides, pero para hacer ciertas tareas que hacen bien los robots normales, tampoco hace falta utilizar humanoides. Fíjese en el ejemplo de nuestro modelo Stockbot, que lleva el inventario de tiendas de forma autónoma, o el TIAGoBase, un robot autónomo que lleva cosas de un lugar a otro, haciendo entregas en hoteles y empresas. Introducir robots humanoides en los hogares llevará más tiempo. Los robots que se desplazan con ruedas ya están lo suficientemente desarrollados, pero los bípedos que se muevan de la misma manera que nosotros requieren aún más investigación. Estamos trabajando en ello, en hacer que los robots bípedos sean efectivos para que puedan moverse en nuestro entorno y subir escaleras si se encuentran con ellas, que puedan usar herramientas, etc. Por eso creemos que los humanoides son el último paso en términos de robótica.